Día 28:
Otro día que llega a su fin… y
con él un día menos de espera…
Aunque hoy estoy un poco triste…
Me cortaste el rostro de una manera muy fea… y me hizo sentir muy mal…
La verdad que quería hablar con
vos aunque sea 5 minutos, con eso me bastaba para alegrarme el día y que pueda
dormirme feliz…
Me gusta más cuando escribís de
una forma más dulce, más cariñosa… si igual te entiendo… o cuando sale el
gruñón Señor Nudos, lo prefiero a que me trates así, tan fríamente…
Bueno, la vida no siempre es
color de rosa y no siempre me sonríe… vuelvo a hablar en tercera persona porque
estoy dolida…
Espero tanto que llegué la tarde
o la noche, porque sé que es en el único momento que podemos comunicarnos,
cuando va al gimnasio o cuando sale con sus amigos… encima estoy siempre pendiente
de él… espera, esperar, esperar… yo no puedo hacer nada…
Bueno, al menos me escribe todos
los días… eso debe significar algo… ¿extrañarme quizás?... pero odio cuando
pasa de un estado al otro, a veces parece tan gélido como un cubito de hielo…
Mmmm… mi mente tomo un rumbo
equivocado y abruptamente ese cubito de hilo desata una pasión incontrolable en
mí… Ohhhh, quiero pensar en otra cosa, pero el sólo hecho de imaginarlo hace que
se encienda la llama en mi interior y me olvida de todo lo demás…
Si, Él, Él, Él… el dueño de mi
corazón, el que me quita el sueño por las noches, al que extraño profundamente
y que anhelo tanto que regrese…
Él… el que inspira cada una de
las palabras que hay escritas en este blog…
No puedo ser tan tonta, mi cara
esboza una sonrisa de oreja a oreja sólo de imaginarlo, y no es que tenga la
boca taaaannnnn grande… pero la verdad es que ni siquiera puedo estar dolida
con Él… Después de todo es la razón de mi felicidad…
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