Día 14:
Y llegamos a las dos semanas… Esto
se está haciendo cada vez más complicado, parece hasta imposible llegar a amar
tanto…
Me duele por lo que siento, pero
más me duele saber que está sufriendo, nunca quise hacerle ningún daño, no
soporto saber que está mal… y todo fue por mi culpa…
Quisiera pensar que no hay nada
imposible, y que no hay barreras para este amor que sentimos… ¿Por qué nos
tuvimos que encontrar justo ahora? ¿Qué tendrá el destino preparado para nosotros?...
Juro que lo seguiría hasta el
fin del mundo si fuera necesario, lo dejaría todo por estar con él, pero ¿y mis
hijos? ¿Quitarles el derecho de ver a sus padres?... ¿Y si se queda? Es la
misma situación, no puedo pedirle que se aleje de sus hijos, ni soy tan egoísta
como para planteárselo, de hecho sería yo la que le diría que se vaya…
¿Por qué me estoy planteando
todo esto? Hace apenas unos meses que estamos juntos, pero siento tantas cosas…
Nunca confié tanto en alguien como confío en él, en sus ojos puedo ver la
sinceridad, si no fuera así ni siquiera existiría la posibilidad que pensara en todo esto…
De momento, creo que lo mejor es
que sigamos como hasta ahora… Viéndonos a escondidas, ocultando nuestro amor a
los ojos de la gente, que nos miran y se dan cuenta, porque nuestras miradas,
radiantes y llenas de pasión, demuestran el deseo que se oculta a puertas
cerradas, cuando nos escapamos de todo… Y sienten celos, aunque no puedo negar
que eso me gusta, saber que sienten envidia, que quisieran estar en mi lugar,
pero que es sólo mío… Y no estoy dispuesta a compartirlo con nadie…
No hay comentarios:
Publicar un comentario