jueves, 3 de enero de 2013


Día 14:

Y llegamos a las dos semanas… Esto se está haciendo cada vez más complicado, parece hasta imposible llegar a amar tanto…

Me duele por lo que siento, pero más me duele saber que está sufriendo, nunca quise hacerle ningún daño, no soporto saber que está mal… y todo fue por mi culpa…

Quisiera pensar que no hay nada imposible, y que no hay barreras para este amor que sentimos… ¿Por qué nos tuvimos que encontrar justo ahora? ¿Qué tendrá el destino preparado para nosotros?...

Juro que lo seguiría hasta el fin del mundo si fuera necesario, lo dejaría todo por estar con él, pero ¿y mis hijos? ¿Quitarles el derecho de ver a sus padres?... ¿Y si se queda? Es la misma situación, no puedo pedirle que se aleje de sus hijos, ni soy tan egoísta como para planteárselo, de hecho sería yo la que le diría que se vaya…

¿Por qué me estoy planteando todo esto? Hace apenas unos meses que estamos juntos, pero siento tantas cosas… Nunca confié tanto en alguien como confío en él, en sus ojos puedo ver la sinceridad, si no fuera así ni siquiera existiría la posibilidad  que pensara en todo esto…

De momento, creo que lo mejor es que sigamos como hasta ahora… Viéndonos a escondidas, ocultando nuestro amor a los ojos de la gente, que nos miran y se dan cuenta, porque nuestras miradas, radiantes y llenas de pasión, demuestran el deseo que se oculta a puertas cerradas, cuando nos escapamos de todo… Y sienten celos, aunque no puedo negar que eso me gusta, saber que sienten envidia, que quisieran estar en mi lugar, pero que es sólo mío… Y no estoy dispuesta a compartirlo con nadie…

No hay comentarios:

Publicar un comentario